...encima de una tienda de católicos objetos...
...angosto corredor, sórdido papel de pared...
...John Pawson VS Cuéntame...
...crucifijos por doquier salpicando el refugio...
...palanganas recogiendo el fruto maduro del aire en condiciones...
...plantas que mueren bebiendo de este dulce elixir del suplicio eterno...
...y por supuesto...
...MINIANIMALISMO...
...minianimalismo que ha contagiado otros santos lugares como éste...
...NOS PERSIGUEN...
2 comentarios:
Jajaja... aunque no termino de entenderlo, la cortina hace bastante risa.
la cuestión es que Lillo tenía esas cortinas "minianimalistas" en su despacho minimalista de Alicante, que era la antigua casa de su abuela... El resto son chorradas de la época, jeje
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