ARQVTRE: febrero 2010

La de preciosidades que se encuentra uno sin pretenderlo... Vas buscando algo específico, que a lo mejor luego piensas que no era para tanto, y por el camino ¡zas! te encuentras una joya que te deja boquiabierto...

La semana pasada estuve por Bélgica y Holanda. Sí, sí, con todo el temporal de nieve y viento polar, en efecto, no había otro momento más propicio, no lo había, no... Bueno, pues va y se cancela mi tren desde Amsterdam a Gante, y me veo obligado a hacer el trayecto de pueblo en pueblo, cogiendo 6 trenes, 6. Y en uno de esos transbordos, me encuentro esto...

Esta obra de arte es la estación de Amberes (Antwerpen Centraal), de finales del XIX. Es impresionante estar ahí debajo de esos arcos triarticulados, roblonados, y frente al "rosetón" de la entrada... Y fijáos en el detalle de las bóvedas transversales, como si fuera una catedral. Pero sin duda lo que la hace única es que los trenes se apilan uno encima de otro! Hace 10 años, con la llegada del AVE, se transformó la estación para que dejara de ser "de fondo de saco", para lo cuál se excavaron 4 sótanos y así los trenes pueden pasar a través de la estación, no tienen que salir por el mismo lado.

A la vuelta, encontré que ha sido catalogada como una de las 9 estaciones más bellas del mundo por la revista Newsweek; en concreto la cuarta. Por curiosidad busqué las otras: aquí os las pongo, hay de todo...